Autoridades costarricenses anunciaron este lunes un reinicio gradual de actividades, como el fútbol, las visitas a playas y a parques nacionales, y la flexibilización de la circulación vehicular, tras constatarse un bajo nivel de propagación del nuevo coronavirus en las últimas semanas.
El presidente Carlos Alvarado se mostró cauteloso al anunciar la reapertura parcial, del 15 al 31 de mayo, señalando que "este proceso tiene que ser llevado bajo las más estrictas normas de distanciamiento e higiene".
La principal medida vigente desde marzo pasado es la restricción a la circulación vehicular de 19H00 a 05H00 locales (01H00 a 11H00 GMT) de lunes a viernes, que será reducida al lapso entre 22h00 y 05h00.
Los sábados y domingos se mantendrá la restricción vigente de 19H00 a 17H00.
Asimismo, las playas podrán volver a recibir visitantes de 05H00 a 08H00 de lunes a viernes, mientras que los 12 parques nacionales más visitados podrán reabrir a 50% de su capacidad.
Algunas actividades deportivas de alto rendimiento podrán reanudarse sin público en las gradas. El ministro de Salud, Daniel Salas, aclaró que esta disposición incluye al fútbol, el deporte más popular del país.
Salas detalló que esta primera fase de apertura no incluye a los cultos religiosos, por ser consideradas de las actividades de "más alto riesgo" de contagio por la proximidad de los asistentes.
"Tenemos que tomarlo con toda la seriedad, porque si en el avance de esta apertura tuviéramos un aumento de casos, nos veríamos obligados a retroceder, es decir, a hacer nuevos cierres", advirtió Alvarado.
Costa Rica ha sido señalado como uno de los países con mejores resultados en el combate a la COVID-19, con un promedio de seis casos nuevos por día las últimas semanas. Al mismo tiempo ha tenido una letalidad baja, con 7 muertos en 801 contagios registrados.
La reapertura es parte de un cronograma que, de resultar exitoso en su fase inicial, permitirá nuevos levantamientos de restricciones de forma paulatina hasta el 2 de agosto, explicó Salas.
Este alivio de restricciones se da en momentos que el país busca retomar la actividad económica, paralizada por las medidas contra la COVID-19.
Tales medidas provocaron desempleo y cierres de negocios, y golpeó las perspectivas de crecimiento económico, originalmente de 2,5% del PIB según el Banco Central, a una contracción de -3,6% del PIB.